Desde hace ya algún tiempo, habíamos leído y habíamos ido probando, combinaciones diferentes de chocolates y vinos. Pero nunca nos habíamos decidido por realizar una cata guiada.

En una de nuestras visitas a Sant Sadurní, visitando Simon Coll , una de nuestras chocolateras favoritas, nos hablaron de Cal Roig , donde se organizan catas con maridajes en el Penedès, de chocolates y vinos.

Cal Roig, es un espacio sobretodo orientado al enoturismo y a eventos, gestionado por Silvia, nuestra anfitriona. Muy nuevo y con diferentes espacios exteriores e interiores, con una parte inferior acondicionada para eventos y catas y un planta superior con espacio interior y exterior también debidamente adaptados para disfrutar del mundo del vino.

Antes de nada, Silvia, nos hizo una pequeña ruta por Moja, y visitamos su sorprendente cooperativa, una construcción de Cesar Martinell que no deja indiferente:

 

Nuestra anfitriona nos presentó lo que iba a ser nuestra cata: íbamos a degustar chocolates de menor a intensidad a mayor intensidad.

• Chocolate blanco y fresas – > Ros de Pacs 2017 de Parés Baltà.
• Chocolate con leche -> Bermell Merlot y Garnacha Negra 2016. Crianza en ánforas de arcilla + 3 meses de crianza en barrica.
• Chocolate 70% cacao -> Pedradura 2008 Marselan, Petit Verdot. Criado en roble francés durante 12 meses y 30 meses en botella.
• Flor de chocolate 70% cacao con naranja. -> Viladellops Garnatxa 2016 + cava brut nature del Celler Cooperativo de Moja.

Finalmente degustamos también cacao al 99% para comprobar el gusto real del cacao casi puro.

Silvia nos guió y llegamos a algunas conclusiones que queremos compartir con vosotros:

• A mayor crianza, mejor combinar con mayor porcentaje de cacao.
• Cacaos combinados con frutas, posibilidad de maridar con rosados y cavas.
• Chocolates con leche, vinos jóvenes y cavas….

En definitiva, una gran experiencia que aconsejamos.

Combinar dos grandes placeres de forma adecuada no es difícil. Como en todo maridaje, debemos conseguir que los sabores se entremezclen, pero no se solapen. 

NOTA: Agradecer el trato excepcional y explicaciones de Silvia. Una experiencia en Cal Roig que os recomendamos.